Fase gustativa de la cata. La fase gustativa es la tercera y última en la cata del vino, es la que más disfrutamos y nos presenta las últimas notas, donde comprobaremos todo aquello percibido en la fase visual y olfativa.
En boca se unen dos dimensiones al propio gusto en boca, el tacto y el aroma por vía retronasal, lo que da lugar a un amplio abanico de sensaciones
¿Qué elementos son imprescindibles en esta fase? los estímulos táctiles, la intensidad y perfección de los sabores, su riqueza aromática y el final de boca.
Para ser capaces de reconocer las sensaciones de un vino, es necesario dar un buen sorbo y una vez realizado, pasamos a las diversas fases:
Entrada o ataque: Son las primeras sensaciones, de apenas tres segundos, que percibimos al sentir el vino en la boca. Introducimos en la boca el vino y aspiramos un poco de aire para que, el vino calentado, libere sus aromas en la cavidad bucal. Pasaremos el vino, con la lengua, de un lado al otro y tratamos de apreciar los cuatro sabores básicos.
Evolución o paso de boca: Aquí analizaremos la textura y para describirla nos valemos de los tejidos: seda, terciopelo y satén agitando el vino en la boca. Una vez desechado debemos expulsar el aire por la boca y si, durante un tiempo, percibimos las mismas sensaciones, diremos que ese vino es de larga retronasal.
Impresión final: La persistencia del recuerdo (el retrogusto o posgusto) son determinantes puesto que determinan el deseo o no de volver a beber. En función de la persistencia de estas sensaciones tendremos vinos cortos, medianos, largos o muy largos. Esta largura o prolongación establece la jerarquía de los vinos
Se considera un buen vino, en cuanto a esta fase de la cata, aquél donde no sobresale ningún sabor, sino que está equilibrado en su conjunto, dejando un paladar aromático y agradable que se prolonga en el tiempo. En el caso de los tintos ese equilibrio es por dulzor (azúcar y/o alcohol), acidez, cuerpo y astringencia.
En la descripción de los vinos de PAGOS DE MATANEGRA indicamos el análisis sensorial, de cada uno de ellos, para que podáis realizar una cata más guiada. En todo caso, neófitos o expertos ¡solo hay que disfrutar del vino!
Cierra los ojos, respira y saborea porque te mereces el mejor vino: Pagos de Matanegra.