La poda en enero. Debido a las bajas temperaturas las viñas sufren un proceso de congelación y se dice que la viña está dormida. Es cuando se aprovecha para podar, hace limpieza de sarmiento dar forma a la vid para que se adapte al sistema de plantación.
Es el mes, por excelencia, para realizar los trabajos de poda en las viñas. El objetivo de estos trabajos es conseguir racimos de calidad y evitar la implantación y transmisión de enfermedades de la madera.
Hasta los 15 grados bajo cero, las plantas se adaptan en nuestro terreno, ya que tanto nuestras vides adultas como las jóvenes resisten. En Pagos de Matanegra, por la edad de nuestros viñedos, las plantas resisten con fiereza las condiciones climatológicas adversas gracias a la profundidad y grosor de sus raíces.
En estos meses, el reposo vegetativo de la vid proyecta una sensación de inactividad, pero ni mucho menos, la planta almacena, latentes, reservas de hidratos de carbono en el tronco, brazos y raíces. El frío helador elimina bacterias, hongos e insectos y es un magnífico aporte de agua puesto que será absorbida por la tierra y quedará y podrá serle de suministro cuando haya periodos de sequía. En esa aparente inacción están fluyendo enérgicas nuestras vides.
Con el frío llega el momento de la limpieza, bajar alambres comprobar si hay plantas secas o enfermas, para arrancarlas, así como preparar la poda, esencial para la primavera. Una mala poda puede arruinar la cosecha, incluso la de años posteriores. Durante la poda, hemos de tener en cuenta que las heridas que quedan en la planta pueden conllevar enfermedades, por lo que la nieve y las bajas temperaturas ayudan a crear una capa cicatrizante en la vid, que impide que las enfermedades entren en ella.
La vid, en estado natural, puede alcanzar hasta los 30 metros de altura, lo que origina que solo las yemas localizadas en los extremos prosperen, mientras que las que quedan más cerca del tronco ni siquiera brotan
Son muchas horas de trabajo y mano de obra que marcarán la diferencia entre un vino y otro. En Pagos de Matanegra ponemos manos, alma y corazón para que la próxima cosecha sea otro éxito y un placer a compartir con todos nuestros clientes y amigos.