Vino para cuidar el corazón

Vino para cuidar el corazón

Vino para cuidar el corazón. Morley Safer, un audaz reportero, atrajo la atención de millones de estadounidenses con la paradoja francesa, un fenómeno que reveló de manera desconcertante que los franceses gozaban de una salud cardíaca mejor que los estadounidenses, a pesar de entregarse a cantidades significativamente más altas de grasas saturadas. La explicación detrás de esta revelación fue- nada menos- que el investigador francés en nutrición y cardiología, Serge Renaud. Renaud afirmó que el consumo constante y moderado de vino, especialmente cuando se acompaña de comidas sanas, era la base de la sólida salud cardíaca francesa.

En el número más reciente de junio del Journal of the American College of Cardiology, un estudio innovador vuelve a poner de relieve los méritos del consumo moderado de alcohol para reducir los riesgos cardiovasculares. Realizado en colaboración con departamentos multidisciplinarios de instituciones de renombre como Yale, Massachusetts, Boston, Nueva York, Cambridge y Medford, el esfuerzo fue encabezado por la eminente Universidad de Harvard.

El estudio publicado postula que la reducción del riesgo cardiovascular atribuido al consumo moderado de vino podría derivar de cambios intrincados en el cerebro, disminuyendo la activación de la red neural vinculada al estrés. El estudio, además, ha confirmado que la reducción de la actividad de estrés y del riesgo cardiovascular era mayor en los individuos con un diagnóstico previo de ansiedad.

Ahora, adentrémonos en las esferas del consumo “ligero” y “moderado”:

  • Consumo mínimo/nulo: Menos de una bebida por semana
  • Consumo ligero a moderado: 1-14 bebidas por semana
  • Consumo elevado: Más de 14 bebidas por semana.

Y, por supuesto, no debemos pasar por alto el papel fundamental de la nutrición. Una multitud de estudios convergen para corrobar que la Dieta Mediterránea frena el deterioro cognitivo y el inicio de la enfermedad de Alzheimer. Además del vino, el aceite de oliva virgen extra, las nueces y el café emergen como centinelas cognitivos, resguardados por evidencia científica y su abundante contenido de polifenoles. El consumo de polifenoles- a través de alimentos ricos en ellos- se erige como una prometedora vía para protegerse contra las enfermedades cardiovasculares y metabólicas vinculadas a la obesidad. Así, los polifenoles albergados en el vino surgen como defensores incansables contra las enfermedades cardiovasculares, fortaleciendo los niveles de colesterol amigable para el corazón y reforzando el sistema inmunológico mediante su robusta capacidad antioxidante.

No obstante, ¡que no haya confusión! Si bien multitud de estudios elogian las virtudes, para la salud, del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierten contra adoptar esta práctica únicamente por motivos de salud, especialmente si uno no es ya consumidor.

Y además hay que elegir un buen vino, como PAGOS DE MATANEGRAque provienen de viñedos sanos, equilibrados, fruto de un seguimiento exhaustivo de la pluviometría, control analítico de nuestros suelos, adecuación de las labores de campo a los ciclos lunares, análisis de las horas de sol y del estrés hídrico.

¡Cuídate mucho!